‘Siento que me estoy muriendo’: Conforme la ola de calor afecta a la EU, residentes de Schick Hall expresan frustraciones
La primera semana de los Bluejays de regreso en el campus fue una de las más calurosas del año, dejando a algunos estudiantes desesperados por un respiro del clima severo. Con tres de los seis dormitorios del campus sin aire acondicionado, los bluejays acudieron al Frick Center para poder tener un descanso decente por la noche, dejando algunos cuestionando la infraestructura de la Universidad de Elmhurst.
Con temperaturas acercándose a los 100 grados Fahrenheit pocos días después del inicio del semestre, varios estudiantes en Schick Hall, el dormitorio más grande y antiguo del campus tuvieron que buscar otros lugares para dormir debido a la falta de aire acondicionado en el edificio.
Como resultado de no contar con aire acondicionado, el calor intermitente ha sido difícil para la estudiante de segundo año Maia Allsop, quien tiene una condición cardiaca. Ella incluso pensó en hacer una huelga en algún momento.
¨Creo que es estupido (no tener aire acondicionado). Están metiendo a un montón de estudiantes en un dormitorio, hace calor, todos vamos a sudar, todos olemos mal, ¿y no hay aire acondicionado? ¿Sabes cuánto dinero pagó por estar aquí? ¿Sabes lo caro que es la universidad? Siento que es una necesidad,” dijo Allsop.
El calor afecta varios aspectos de la vida en los EU, llevando a un efecto dominó potencialmente peligroso. Los estudiantes no están durmiendo lo suficiente debido al calor, lo que cambia su estado de ánimo y puede conducir a un bajo rendimiento en las clases. Los efectos consecuentes de no contar con aire acondicionado persisten y dificultan la vida estudiantil en todas las áreas del campus.
¨Si estoy acalorada, y sudorosa, no voy a querer hacer nada y eso es malo considerando el hecho que acabo de llegar y estoy iniciando las clases,¨ dijo la estudiante de primer año Jazmine Thomas.
Thomas imaginaba que su primera semana en la universidad sería un tiempo relajante, pero esa realidad se demoró rápidamente.
¨No debería sentir que no puedo estar cómoda en mi dormitorio, solo quiero poder sentarme y relajarme. Es mi primer año, y voy a tener que estar en esta habitación el resto del año, me debería poder acoplar ahora, pero no puedo porque no tengo aire acondicionado.¨dijo Thomas.
¨Brincar de edificio a edificio¨como lo llama un estudiante de tercer año Emma Wasilk, es común entre los estudiantes que no tienen aire acondicionado en sus habitaciones. He estado en la biblioteca, en Frick, Schaible, y en Hammerschmidt solo para encontrar aire acondicionado,¨dijo Waslik.
Para ayudar con el calor y ofrecer a los estudiantes la opción de dormir con aire acondicionado la EU abrio la sala de los fundadores en Frick Center a cualquier estudiante en los dormitorios afectados. Thomas y Wasilk fueron dos de los que aprovecharon esto y, aunque disfrutaban pasar tiempo con otros que luchaban contra el calor, también tuvieron algunas desventajas.
“Cuando dormía en Founders tenía que levantarme temprano porque había mucha gente en Founders. Nos echaban a las 7am y no nos íbamos a la cama hasta medianoche, 1am, 2am a veces, y luego despertarnos temprano otra vez para empezar el día realmente me afectó, especialmente en la primera semana de clases,” dijo Waslik.
“Dormir en Frick altero mi rutina,” coincidió Thomas. “No necesitamos levantarnos tan temprano por la mañana. Eso trastocar la forma en que pensé que iba a organizar mi horario. El calor simplemente lo arruino todo.¨
Dormir en un espacio público es difícil para cualquiera, y aún más para los estudiantes durante un momento caótico: la primera semana de clases.
“Aun estoy tratando de organizar mi horario, tratando de entender mis clases y como es estudiar y ser estudiante, y luego tener que preocuparme por dormir con otras personas y no en mi habitación sin aire acondicionado,” dijo Wasilk.
Para Wasilk, una estudiante de enfermería, el calor y la falta de aire acondicionado también han afectado sus hábitos de estudio. “Tener que preocuparme por dónde estudiar no es algo que quiera estresarme, y cuando te sientas has estudiado sigues teniendo calor y luego procrastinas y solo juegas con el teléfono. Fui a la biblioteca a la 1pm hoy y no empecé a estudiar hasta las 4pm, se pierde mucho tiempo,” comentó Wasilk.
Los estudiantes han ideado diferentes formas de mantenerse frescos durante la ola de calor, incluyendo la estudiante de segundo año Grace Burgwaldt. “De vez en cuando me rocío con agua para lidiar con el calor”, dijo Burgwaldt.
Los estudiantes desearían poder usar algo más que ventiladores para mantener frescas sus habitaciones. No solo Schick Hall no tiene aire acondicionado central, sino que las unidades de aire acondicionado personales están prohibidas.
“Personalmente compraría una unidad de aire acondicionado si pudiera, pero no se nos permite”, lamentó Burgwaldt.
Los estudiantes se imaginan cómo sería si la ola de calor no existiera en absoluto, o si los dormitorios en los que viven tuvieran aire acondicionado.
“Creo que esta semana no se sentiría tan larga si tuviéramos aire acondicionado. Siento que me despierto cada mañana sintiéndome morir. Estoy más cansada y más irritable, no quiero salir, no quiero caminar hasta mis clases”, dijo Burgwaldt.
La ola de calor es difícil para todos en el campus, pero los estudiantes que viven en estos dormitorios sin aire acondicionado argumentan que no debería ser así.
“Sé que no podemos controlar el clima”, dijo Burgwaldt, “pero podemos controlar si tenemos aire acondicionado o no.”